martes, 21 de julio de 2015


LA DESPEDIDA DE IKER CASILLAS

 

No entro en las causas que la gente ha conocido a su manera. Pero si vengo a decir que me ha parecido un gesto de cariño por el trabajo que ha venido haciendo 25 años, llegando a asumir la responsabilidad de capitán del equipo.  Es posible que haya muchos que se hayan emocionado en su despendida de la empresa en la que ha trabajado, durante años.  Así debería ser con mucha gente. Es verdad que para eso es necesario que los jefes y los dueños de la empresa le hayan tratado y respetado como persona. Pero el que trabaja debe también tratar con respeto al empresario y a la empresa que dirige o de la que es propietario.  El marxismo-leninismo preconiza el odio o lucha de clases, pero los aires no andan por ahí.